Los blancos siembran pero no cosechan

Un empate a cero con el Betis quita al Madrid la posibilidad de ser líder solitario de la Liga

Real Madrid: 13 Courtois; 2 Carvajal; 4 Sergio Ramos; 5 Varane; 7 Hazard; 8 Kroos; 9 Benzema; 10 Modric; 14 Casemiro; 23 Mendy; 27 Rodrygo.

Real Betis: 1 Robles; 22 Emerson; 23 Mandi; 4 Feddal; 12. Sidnei; 15 Álex Moreno; 5 Bartra; 18 Guardado; 10 Canales; 8 Fekir; 16 Loren.

El mítico periodista italiano Gianni Brera solía definir los 0-0 los partidos perfectos porque, decía, eran los en los cuales no se había cometido ningún error. No obstante, la noche del Bernabéu nos mostró un Madrid lejos de la perfección y que, al fallar las ocasiones que se le presentaron, no mostró la justa practicidad para ganarle a un tenaz pero vulnerable Betis. Y fue así que los blancos se encontraron obligados a compartir el primer puesto con el Barcelona, esperando que el choque directo venga a definir sus aspiraciones.

El Real se alineó con tres novedades con respecto al partido anterior. Las primeras dos son nominales: Modric volvió a la titularidad relevando Fede Valverde y Mendy regaló 90 minutos de descanso a Marcelo antes del Galatasaray. El tercer cambio fue posicional: Hazard se situó más central que en otras ocasiones, ofreciéndole apoyo a Benzema y espacio para atacar el fondo del campo a Mendy. El belga, actuando de péndulo entre la banda izquierda y la central, encontró espacios pero no causó grandes peligros.

El partido del 7 ha sido muy ejemplificativo de lo que fue el Madrid: puso en escena esporádicos ensayos de clase en el marco de un partido que no necesitaba mucho más que un poco de concreción para ser ganado. En efecto, los de Zidane generaron mucha posesión (63%), pero cayeron en la trampa de pensar en ella como un fin en sí mismo y se dejaron anestesiar por el ritmo lento que, poco a poco, ellos mismos le iban imprimiendo al partido.

Las posibilidades de marcar, sin embargo, no faltaron, a partir de un gol anulado a Hazard (offside) tras la revisión del VAR en los primeros minutos del partido. En general, las ocasiones claras fueron al menos cinco y, a menudo, inspiradas por los jugadores que, en este momento, representan la diferencia en el Madrid: Benzema, Kroos y Modric. La vuelta de este último no puede que ser una buena noticia para Zidane. En efecto, Valverde es un jugador que tiene indudable futuro, pero el croata es de otra categoría. Y alguien en el ambiente madridista se lo había olvidado.

El plan del partido del Betis se puede resumir en tres conceptos de juego fundamentales: defender, defender y, nuevamente, defender. En general, el engranaje defensivo actuó con buena precisión, pero no haber aprovechado de sus momentos de amnesia es el gran arrepentimiento del Madrid esta noche.

Los ingresos de Vinicius y, sobre todo, de Jovic añadieron poca mordacidad a un partido que se despertó de un largo sueño solo en los minutos finales, cuando el Madrid se acordó de la importancia de la victoria y el Betis olió la posibilidad de la hazaña. Ni uno ni el otro lo quisieron lo suficiente. Es el clásico punto que no contenta y no descontenta a nadie.

Foto de Iván Sotelo.

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