Gracias a una gran actuación de su número 7, la Roma le ganó a la viola en lo que podría ser el último partido de Montella
La noticia de la noche es que la racha de siete partidos sin ganar de la Fiorentina podría convencer a su presidente, Rocco Commisso, a echar a su entrenador, Vincenzo Montella. La no-noticia de la noche es que la Roma ganó (4-1) gracias a una actuación de otro planeta futbolístico de Lorenzo Pellegrini, líder técnico indiscutible de un conjunto cualitativamente envidiable.
La primera parte fue el momento de máximo esplendor del partido. Después de un buen cuarto de hora de la Fiorentina, que causó los mayores peligros gracias a sus internos (Castrovilli y Pulgar), la técnica superior de los giallorrossi hizo la diferencia y, en menos de cinco minutos, estos se encontraron arriba de dos goles.
El primero es un ensayo de inteligencia futbolística de Pellegrini. Atrajo a la defensa en el limite del área sin que la pelota se pudiera alejar de su botín; en punta de pie, como si estuviese bailando música clásica, se concedió unas piruetas y, cuando ya veía el arco y había evitado a todos sus potenciales marcadores, sirvió a Zaniolo una pelota visionaria más allá de la línea defensiva. La asistencia del italiano a Dzeko es fácil consecuencia. El bosniaco marca el más sencillo de los goles, empujando la pelota frente a la puerta vacía. Duplicó el marcador Kolarov, con un tiro libre a la escuadra. Otra no-noticia.
La Fiorentina, que se vio por debajo de dos goles a los 22 minutos, quedó atontada. De ese momento en adelante el peloteo de la Roma es una hipnosis que duerme a los viola. Badelj marcó el 1-2 casi sin darse cuenta, empujando un balón que se quedó justo en sus pies tras un desvío.
En el segundo tiempo la Roma ralentizó el partido para volverle a dar aceleraciones cuando lo necesitara. La extraordinaria calidad de que goza Paulo Fonseca de la medular en adelante se lo permite, en estas ocasiones. Entre una lección de pases y otra, Pellegrini cerró el juego con un perfecto golpe de billar que, del limite del área, se depositó dulcemente al ángulo. Asistió Dzeko, otro que, como siempre, te hace todo más fácil. Confirmó la victoria un gol de Zaniolo (él también tuvo un gran día) en el contragolpe.
La Roma vuela hacia la Champions. La Fiorentina se derrumba bajo la mirada de su nuevo Presidente. A unos días de la Navidad, no está dado saber si este le dará la posibilidad a Montella de comer el panettone.
